El régimen jurídico de la historieta en la España franquista (1938-1949)

Files
Statistics
Share
Metadata
Show full item recordAuthor/s
Fernández Sarasola, IgnacioDate
2013-01-01Source
HISTORIETAS - 2013, n. 3 p. 21-41Abstract
Durante los primeros diez años de la dictadura franquista
no existió una legislación específi ca sobre las publicaciones
infantiles y juveniles. De resultas, éstas quedaron sujetas a la
regulación general prevista para libros, revistas o panfletos. Las
historietas se sometían a una censura que de facto no resultó muy
intensa, puesto que los censores las consideraban como producto
marginal. Interesados en el respeto de las bases políticas y religiosas
de la dictadura, no les preocupaba qué lecturas resultaban
más convenientes a la infancia. Sin embargo, existió otro mecanismo
de control sobre las historietas: debido a las restricciones de
papel, las autoridades políticas decidían qué revistas tendrían una
periodicidad fija. Dichas revistas obtenían papel subvencionado, y
podían contar con un título de colección y numeración propia. De
resultas, el control sobre el papel representó un medio más para
sujetar a las historietas a una fi scalización política. During the first ten years of the Franco´s dictatorship
there was no particular legal regulation of children and youth
publications. As a result they were subject to the same legislation
as books, journals or pamphlets. As any other publications, comic
books were controlled by censorship, even when it was no de facto
very intense, as censors considered children reading a marginal
product. Censors were mainly concerned about the respect of the
political and religious basis of the dictatorship, but they paid no attention
to what was more suitable for children reading. But there
was other way to control comic books: due to paper restrictions,
political authorities should make a decision about which journals
could have a regular publication. Only those journals could get
cheap grant-aided paper, and they could have a collection title and
issues. In fact, paper control became a way to get a political control
over comic books.